Historia en Libertad

domingo, noviembre 16, 2008

Grecia arcaica

La civilización de la Grecia clásica constituye una de las fuentes básicas de la civilización occidental. En Grecia nacieron, por citar sólo algunos de sus logros más espectaculares, la democracia, el pensamiento filosófico y el teatro. Pero esta civilización se desarrolló a lo largo de muchos siglos. De ahí la necesidad de establecer una periodización: época arcaica, época clásica (período muy breve, los siglos V y IV a. de C., pero de máximo florecimiento) y época helenística (consecutiva a la creación del imperio universal de Alejandro). Salvo en esta última etapa, nunca hubo unidad política entre los griegos, pero desde muy temprano tuvieron conciencia de pertenecer a una misma cultura, pues hablaban la misma lengua y tenían las mismas creencias religiosas.
Puerta de los Leones
LA "ÉPOCA HOMÉRICA". La invasión de los aqueos, a mediados del segundo milenio a. de C., dio lugar al nacimiento de la denominada civilización micénica (nombre que deriva de Micenas, su principal ciudad. -En la imagen izquierda: Puerta de los Leones de la ciudad de Micenas, ejemplo representativo de la civilización protagonizada por los aqueos-). Después de someter a las poblaciones indígenas, los aqueos destruyeron la civilización cretense (1400 a. de C.). Pero hacia el 1200 a. de C. una nueva invasión, la de los dorios, puso fin a su vez a la civilización micénica. Los dorios poseían armas de hierro, lo que les daba una superioridad militar indiscutible. Los aqueos huyeron, estableciéndose en Asia Menor. No obstante, algunas regiones de Grecia no fueron ocupadas por los dorios (por ejemplo, el Atica, donde vivían los jonios).
El mejor testimonio para el conocimiento de la sociedad griega de los siglos que siguieron a la invasión de los dorios lo constituyen, sin duda, los poemas homéricos (la Ilíada y la Odisea, cantos de diversas épocas, recogidos más tarde por el rapsoda Homero, que narran la destrucción de Troya por los aqueos). El mundo griego, desde el punto de vista político, era un mosaico de ciudades independientes (polis). En ellas ejercía un predominio indiscutible la aristocracia. Una oligarquía de eupátridas (los bien nacidos) poseía grandes propiedades territoriales, tenía la fuerza militar (sólo ellos podían mantener un caballo y disponer de un armamento costoso) y acaparaba el poder político (después de la desaparación de los reyes, que sólo subsistieron, y con una función meramente decorativa, en algunas ciudades). Era la típica sociedad belicosa descrita por la Ilíada, en la cual la masa popular no jubaba ningún papel. Los aristócratas justificaban su predominio con el hecho de que únicamente ellos pertenecían a los genos (agrupación de todos los que descendían de un antepasado común). Pero, al parecer, los genos fueron creados artificialmente por los propios aristócratas con la finalidad de dar apariencia legal a su posición.
LAS TRANSFORMACIONES DE LOS SIGLOS VIII-VI (a de C.). Durante los siglos VIII al VI a. de C. se produjeron en el mundo griego importantes transformaciones económicas y sociales, que tuvieron inmediata repercusión, tanto en la vida política como en la espiritual. Uno de los acontecimientos más singulares de la época fue la colonización. El aumento de la población y la falta de tierra incitaron a muchos griegos a salir del país, en busca de mejores zonas de asentamiento. Así se fundaron colonias en el Mediterráneo oriental, en el sur de Italia, en Sicilia y en el Mediterráneo occidental.
Colonizaciones griega y fenicia
En las colonias, los griegos conservaban las costumbres de su metrópoli de origen, con la que mantenían estrechos lazos. (En el mapa, una muestra de las colonizaciones griega y fenicia a lo largo de la cuenca del Mar Mediterráneo.)
Moneda griega
La colonización, unida a la difusión de la moneda (en la imagen derecha: figura de Zeus en una moneda griega), que desde Lidia pasó a Grecia hacia el siglo VII a. de C., dio un gran impulso al comercio y, por tanto, a la artesanía y a la fabricación de navíos. Cobró así notable fuerza un grupo social compuesto de armadores, hombres de empresa y comerciantes, es decir, el grupo que se había beneficiado de la expansión mercantil. Esta clase social deseaba romper el monopolio político que ejercían en las polis los aristócratas. En esta batalla encontró el apoyo de los pequeños campesinos, los cuales, agobiados por las deudas, se hallaban al borde del caos. Por su parte, la difusión de armas más ligeras, que permitía a sectores más amplios de la población tener acceso al ejército, también contribuyó a atacar la base del poder oligárquico.
Estas transformaciones económicas y sociales se reflejaron rápidamente en la vida política de las polis griegas, con la única excepción de aquellas que, como Esparta, no habían participado en la colonización. La aristocracia fue perdiendo terreno, al tiempo que se configuraba un sistema de gobierno democrático. Este proceso se desarrolló en una serie de etapas. Primero aparecieron los legisladores, que redactaban la ley para que ésta no fuera un monopolio de los aristócratas. La fase siguiente fue la de los tiranos, que hicieron una política de apoyo a los humildes, aunque al final nadie soportara su autoritarismo. Pero una vez desaparecidos los tiranos, ningún obstáculo se opuso al triunfo de la democracia.
La vida del espíritu también se vio conmovida por los profundos cambios que estaba experimentando el mundo griego. Si en los primeros siglos la epopeya homérica había simbolizado los ideales del helenismo, en la época de la colonización y de la génesis de la democracia se desarrollaron nuevas formas de expresión literaria, como la lírica. Al mismo tiempo nació el teatro, que brotó de los ditirambos que se celebraban en torno al altar de Dionisos, dios del vino. Pero la gran conquista intelectual de la época arcaica fue el nacimiento de la filosofía. Los principales focos de la vida intelectual se localizan en Jonia (zona costera del Asia Menor) y la Magna Grecia (sur de Italia). Tales de Mileto insistía en el principio único, Heráclito en el cambio, Parménides en lo permanente. Lo importante es que por vez primera se había intentado una explicación del mundo aplicando la razón, y rechazando la magia y las viejas creencias supersticiosas.